El Chelsea de Tomas Tuchel le gano 1-0 al favorito; el City de Pep. Acá, un análisis de lo que dejo una de las finales mas analizadas.
En un partido que- como se esperaba desde la previa- nos regaló el disfrute y la belleza en su máxima expresión del juego, el equipo con menos errores (casi nulos) fue el que se quedó, por segunda vez en su historia, con la tan esperada Champions.
Las dos caras de la actual evolución táctica del futbol se enfrentaron en una final digna de excelencia inglesa, con transiciones rápidas y buen juego tactico-tecnico, con unas de las mejores plantillas del mundo. Dos estilos con minucioso análisis mutuo: el que vive contra el que llega, y a ver qué pasa.
(Zonas de influencia de ambos equipos. Mientras el Chelsea esperaba más bloque-medio, el City casi siempre se posiciono en un bloque alto)
El equipo con 6/10 mejores jugadores con más pases precisos en el último tercio del campo; contra el equipo que mejor corta los pases en esa parte. Ambos con 3 y 2 goles recibidos respectivamente desde octavos. Una verdadera rivalidad dentro de la cancha, en la que solo algún error cobraría el partido en su contra.
A diferencia de como venía jugando los últimos partidos, y como siempre de sorpresa, Pep decidió jugar sin un 5 de marca como lo es Fernandino (importantísimo en el semis) o en su defecto Rodri. Prefirió sobrepoblar el mediocampo con jugadores de creación y combinación en ataque, arriesgando lo que casualmente fue siempre fortaleza del rival: el contrataque.
4-3-3 formo Manchester City, con todas sus líneas posicionadas a 30-40 metros del arquero con el fin de presionar de arriba hacia abajo. Aunque en el juego podía variar en un 3-4-3 siendo Zinchenco (Falso lateral) quien se internaba al mediocampo para intentar una superioridad en salida o un 5-4-1 en un contrataque con el apoyo de Silva, por ejemplo, realizando un marcaje al hombre, y pensando en un posible doblaje, si es que no funcionaba esa presión alta, siempre pensando en la zona activa de influencia y en la habilidad técnica de sus jugadores en el 1v1.
Sin embargo, si algo fue en lo primero que fallo (hablando con el diario del lunes) fue tal vez el pensar en su actuación principalmente, para ser protagonista, olvidándose de las capacidades de su rival; siendo que es un gran cortador de pases, y mejor en el contraataque veloz; por lo que sorprendió que no tuviera en cancha a alguien que pudiera contrarrestar y cortar el pase que siempre hace el Chelsea para romper líneas (como en el gol, explicado abajo)
Sumado a su ya usado, y que le ha funcionado mucho, falso 9, Guardiola en su cabeza tuvo una idea (buena o mala) que no funciono. Tal vez sus jugadores más desequilibrantes como De Bruyne o Foden no jugaron un partido ni a la mitad de lo que siempre lo hacen- posiblemente por el gran trabajo de marcaje del Chelsea- sumado a Gundogan (muy importante esta temporada) jugando en un puesto en el que nunca pudo sentirse cómodo ni ser relevante, y por el contrario lo perjudicó, estatizó y obligó muchas veces a cometer faltas por llegar tarde.
Las mejores actuaciones, si hay que resaltar, fueron las de Sterling sobre todo en el primer tiempo, siendo la mayor fuente de ataque para el City en profundidad y amplitud, y por el otro lado Walker que desde atrás era quien, como siempre, iniciaba el juego y aparecía muchas veces como medio-lateral.
Pero en nada de esto puede sacársele el mérito a Tuchel y la identidad que logro imprimir en su equipo en solo 124 días de gestión; y es que este Chelsea desde el primer día mostro a lo que jugaría y así lo hizo durante toda la temporada, y sobre todo en la final. Le salió todo perfecto al Chelsea en una noche inolvidable y la mayoría, sino todos, los jugadores se consagran figuras por su nivel tanto individual como colectivamente, con prácticamente nulos errores.
Un equipo armado de atrás para adelante, con un estilo de juego característico y decidido a capitalizar efectivamente sus ataques. Como siempre, con su característico 3-4-2-1 (5-2-3; 5-4-1) singular por su pareja y equilibrada distribución en el campo, sus permutas e intensa basculación en un bloque medio y medio-bajo.
Fue muy veloz en las transiciones de defensa a ataque, donde realizando una marca rígida era, el más cercano a la zona de influencia, el que intervenía para cortar el pase, mientras los demás se centraban en cerrar las posibles vías de pase, impidiendo que el City realice lo que mejor le sale: los pases entre líneas, rompiéndolo sobre todo de centrales a mediocampistas.
Como siempre se centró en el pasillo interno, obligando a los de Pep a jugar siempre por fuera hasta el último tercio donde el Chelsea más se destacó durante toda la temporada para cortar los pases, no solo con sus defensores, sino también con la ayuda y rotación de medios y delanteros.
Durante todo el partido nunca cedió espacios a espaldas de sus mediocentros y centrales, con el equipo compacto, y ya sin el espacio a los costados que dejaban en paralelo a su lugar de basculación en el medio. En el ataque eran los centrales (Azpilicueta y Rudiger) quienes se abrían para que James y Chilwell se proyectaran libremente sin dejar espacio a sus espaldas y para ser el primer hombre en esas repetidas triangulaciones ofensivas entre central-mediocentro-lateral.
Con una dupla de mediocentros fantástica, Jorginho y sobre todo Kante se lucieron, tanto defensiva como ofensivamente durante los 90´del partido, siendo claves en el equilibrio del equipo cuando tenía que pasar de ataque a defensa y viceversa.
Kante, la figura no solo en la final, sino en toda la última parte del Chelsea en la Champions se convirtió en una parte fundamental por su entrega y compromiso, pero también por su habilidad técnica para aparecer siempre y cortar un posible pase en defensa, ordenando el ataque protegiendo el balón y soltándolo en el timing perfecto, siempre bien perfilado y ubicado para ser una opción de pase, y también muchas veces llegando al área con y sin pelota. Un jugador completísimo, con regate 2/3 completados, 7/8 duelos en suelo ganados, 5 cortes de pases y a pesar de su altura también ganó 4/7 duelos aéreos.
(mapa de calor de Kante, influencia en todos lados)
Mientras tanto los delanteros- con también trabajo defensivo en salida rival marcando el espacio entre central y mediocentro del City- muchas veces iniciando o permutando desde el medio y con mucho trabajo de temporización y coordinación para no quedar adelantados, actuaron (como siempre) de manera excepcional con sus desmarques de ruptura al espacio, con velocidad, ganando todos los duelos individuales a una defensa del City que muchas veces se vio confundida, y el gol es una clara evidencia.
La jugada es la perfecta definición de como juega el Chelsea de Thomas Tuchel. Comenzando con una supuesta salida (supuesta porque termina siendo falsa) salida por derecha con la acumulación de jugadores del Chelsea y quienes los marcaban 4v4. Ante esto, Azpilicueta reinicia la jugada con Mendy, que con una buena lectura ve a Chilwell libre y le hace un pase en diagonal al pie.
Mount se desmarca de un Walker sin apoyo y confundido por no saber a quién salirle, y sin marca ve a Havertz que desde afuera le marca el espacio para que con un desmarque de ruptura reciba libre por una débil marca de Zinchenco, pero también de Gundogan y Ruben Días para cortar el pase, y es Ederson quien le sale, más para asustarlo que otra cosa, pero el alemán lo recorta hacia afuera y queda solo abajo del arco.
Lo extraño es pensar en cómo un sobre analista como Guardiola no premedito (o tal vez sí, pero sin saber cómo contrarrestarlo) el principal ataque del Chelsea no solo en este partido- donde tuvo muchas, sino todas, sus jugadas de ataque de la misma manera- sino en toda la temporada desde el comienzo del entrenador alemán.
A pesar de mejorar un poco en el segundo tiempo, el City no pudo capitalizar sus ataques, tal vez por la falta de un 9, o no; no se sabe. Lo que sí se sabe, y quedo a la vista fue el buen uso del sistema por parte del Chelsea, y la mala idea del City de (como vimos arriba) posicionarse desde los defensores muy altos lejanos al arquero, dejando mucho espacio atrás, viéndose obligados a correr en inferioridad por hacerlo de espaldas y contra un rival que no perdona en velocidad.
Y así, el Chelsea de Thomas Tuchel vuelve a ganarle al City de Guardiola por tercera vez (ya lo había hecho en la semifinal de FA Cup por 1-0 en Wembley, y luego se impuso por 2-1 en la Premier League) siendo el primero en ganarle 3 veces seguidas en menos de 2 meses a Pep, en una batalla de táctica e ingenio, y esta vez también se queda con la Champions League 2021, en revancha por su subcampeonato con el PSG en 2020. Pero si algo queda claro, es que Guardiola no será menos Guardiola, pero Tuchel si es más Tuchel después de esta noche mágica luego de 9 años de la última y única Champions de los londinenses (2012).