Tras 11 jornadas transcurridas, el Atlético Tucumán de Lucas Pussineri obtiene un balance de siete victorias, cuatro empates y cero derrotas, y es el único equipo invicto en Argentina. Además, lleva una racha de cinco partidos seguidos con triunfo, y solo tres goles en contra, siendo el equipo que menos recibió.
Por eso mismo, y pese a que se trata de un torneo largo, Atlético se posiciona de otra manera, a priori, para lo que resta del campeonato, sin dejar pasar que había comenzado 26/28 en la tabla de promedios (teniendo que visualizar los descensos) y en la actualidad no solo su realidad es distinta (está 19/28), sino que estaría clasificando a Copa Sudamericana a partir de su- parcial- 9no puesto en la tabla anual.
Y poco se habla de la idea que ya se ha consolidado en un equipo con perfil bajo, sin grandes estrellas, sin tener un mercado de pases ruidoso (siendo 8/28 en menor valor del mercado según Transfermarkt) pero con la combinación de jugadores expertos, que fueron recuperados luego de estar lejos de un buen nivel, jóvenes promesas del club y una noción colectiva del juego que suma individualidades, pero prioriza el orden del equipo en todas las jugadas, y antepone e incentiva una fuerte competencia interna. La fortaleza de Atlético Tucumán En la fase defensiva colectiva se encuentra su mayor fortaleza, solo Colón, Godoy Cruz y Lanús han conseguido perforar la portería del veterano Carlos Lampe, lo que los lleva a sumar la ínfima cantidad de tres goles encajados. El equipo menos goleado de la liga, liderando esta clasificación con la mitad de tantos concedidos que el segundo -Gimnasia La Plata con seis. Pero no solo es la jerarquía del historico arquero boliviano, sino que Pussineri ha sabido afianzar un bloque firme y cómodo sin la pelota- es el 4to equipo que menos posesión promedia en la LPF (SofaScore)- que se adapta y modifica según la idea de juego del rival, teniendo en cuenta si es un equipo que suele ser protagonista y ataca constantemente, o si se enfrenta a rivales que ceden la posesión y el terreno.
En Bruno Bianchi, marcador central derecho, también cae gran parte de la culpa de los pocos goles concedidos, y es que el defensor de 33 años es ya un fijo para Pusineri, siendo uno de los pocos jugadores que ha participado en todos los encuentros. Asimismo, el lateral Martín Garay, quien también puede desempeñar el papel de extremo, es otro de los que está rindiendo a un excelso nivel, tanto en los duelos individuales con los extremos, como para conducir e intentar buscar una pared por dentro para centrar el juego, algo que prioriza el equipo.
De igual manera, un patrón repetido en la organización defensiva es la toma de marcas personales, y es que, es un equipo que, a pesar de los nombres, siempre se ordena en un esquema 442 sólido y con el fin primario de cerrar espacios interiores, con el apoyo constante de los delanteros en esas funciones en conjunto con los mediocampistas, para obligar al rival a jugar por las bandas, dónde mejor desarrolla la presión al poseedor y receptores cercanos.
En esa instancia, si el central salta a presionar al extremo rival, el lateral cubre su espalda para perseguir y tapar al rival que haga la ruptura por dentro, si no, suelen ser los laterales que toman al extremo rival cuando ataca y los volantes laterales persiguen al lateral, sin importar la distancia y movimientos que recorra, teniendo como tarea primaria la marca al hombre.
Los delanteros, en defensa, tapan el primer pase y el juego interno con el volante central, sobre todo contra equipos que priorizan la salida de abajo, y solo en ocasiones determinadas dependiendo el rival/ momento del partido, sobre todo cuando el equipo rival se adelanta en el terreno, se sueltan a presionar al defensor poseedor del balón, donde además son acompañados por alguno de los mediocampistas, Ramiro Carrera o Pereyra, que se suman para hacerlo en superioridad y para lograr la recuperación y transición rápida.
Y aunque suele ser un aspecto en el que destaca y mantiene la concentración durante la mayor parte de los partidos, también tiene algunas debilidades que varios equipos (Godoy Cruz, Independiente) han sabido explotar y sacar a su favor para desarmar. El bloque de Atlético Tucumán concede 2 ventajas, en primer lugar, las recepciones a espaldas del doble 5, sobre todo de Carrera, cuando es atraído a presionar con los delanteros, y por otro lado, aunque con menos frecuencia y mayor dificultad para el rival, es el cambio de orientación, ya que los volantes externos descuidan demasiado el lado opuesto y al bloque, en algunas jugadas, no le da tiempo a bascular, sobre todo si es con movilidad y velocidad.
La salida y creación: El equipo de Pussineri prioriza la salida de balón desde los pies de Lampe, que además tiene el plus de hacerlo muy bien, tanto en corto como en largo, y los dos centrales bajos acompañando, mientras los laterales dan la amplitud, pero se mantienen bajos, y uno de los mediocampistas centrales (Acosta) retrocede para formar un rombo. Los volantes laterales se cierran- casi como interiores o hasta “enganches”- y los delanteros se posicionan en diagonal para fijar por dentro a los defensores centrales rivales.
La principal búsqueda a nivel colectivo, a diferencia de otros equipos, no es estirar a lo ancho al rival sino alargarlo, intentando los constantes ataques interiores, tanto con los volantes centrales como laterales, y que sean los delanteros los que rompan con diagonales hacia afuera a los espacios generados. Por esa razón, en algunas ocasiones, si el rival se encuentra adelantado, busca la salida en largo desde Lampe buscando a los delanteros mano a mano. En la generación de juego, si bien busca la verticalidad y una transición a dos o tres toques, con velocidad, tiene grandes intervenciones y controles y pase de primera, siendo su capitán, Acosta, quien está presente en cada una de las pocas secuencias que puede encadenar el equipo y es clave con pases hacia delante, retenciones y segundos con pelota.
Junto con la importancia en la presencia de Ciro Rius en todas las fases, para recuperar la pelota en el medio, y salir jugando, siendo el que más desborda por la banda derecha, y busca sociedades constantes y paredes con el lateral (Garay) para llegar al último tercio, con pelota o con desmarques. Y a pesar de que es un equipo que promedia pocos centros por partido- según SofaScore está 19/28 en equipos con más centros- su volante lateral es el que mayor cantidad completa, desde el lado derecho buscando el palo contrario. Transición y finalización Siguiendo con el centro del campo, hay dos jugadores que se destacan por destinos aspectos. En primer lugar, Joaquín Pereyra, el más creativo del equipo, es el que junta jugadores con pases interiores, y resuelve fácil en espacios reducidos, partiendo de izquierda en la estructura ofensiva, pero aportando pausa cuando aparece por el carril central o en la zona intermedia, dando pases claros, asociándose y exhibiendo su gran zurda, siempre con intenciones de generar algo.
Es el máximo asistidor del equipo (2), es el que más pases clave por partido completa (2) y contribuye constantemente defensivamente, siendo el jugador que más entradas promedias por partido (3). Según Football data base sin él en cancha, las derrotas de Atlético Tucumán aumentan de un 27% a un 40%.
Por otro lado, y tal vez el más destacado para llevar a cabo las transiciones ofensivas, y sobre todo finalizar, es Ramiro Carrera, quien se suele juntar en la medular con Acosta o Gil Romero, pero tiene como característica principal atacar el área rival cuando Atlético tiene la pelota, leyendo cuando la jugada pide pisar y rematar desde adentro o intentar el remate de afuera del área.
A sus 28 años, el de Tolosa está siendo vital en ataque, donde ya suma cuatro tantos y una asistencia en los 11 partidos disputados en liga, liderando la punta de jugadores del equipo que más rematan por partido (2.8- SofaScore).
Finalmente, en ataque la principal referencia es Augusto Lotti –siendo el delantero que más goles ha facturado (2) junto con Ruiz Rodríguez, en un equipo donde la influencia de la finalización es de los mediocampistas, sobre todo Carrera- y los delanteros tienen dos funciones principales: la de fijar a los centrales, y la de generar rupturas con diagonales hacia afuera para atraer a los rivales y generar los espacios a los volantes llegadores.
Un equipo que, con pocos, pero precisos, aspectos tácticos pueden tener el control de los partidos durante los 90´y genera a los rivales frustración por tener la posesión, pero no poder generar. Según SofaScore, es el 8vo que más remata por partido (13 disparos) y el 4to con más intercepciones 12.3, por lo que se refuerza el concepto de un equipo que encuentra la comodidad sin la pelota, y en pocas ocasiones puede generar mucho peligro, entendiendo todo el tiempo que hacer, cuando se ataca y cuando se defiende.