Existe el falso precepto de que el delantero debe ser quien marque los goles, o más bien de que esa sea su función y finalidad principal. A diferencia de eso, a lo largo de la historia, quienes más han destacado en la delantera fueron aquellos capaces no solo de convertir en el área rival, sino también de generar una ventaja para el equipo.
La salida de Julián Álvarez provocaba una gran incertidumbre en quién sería su imitador (porque en principio se esperaba eso: un reemplazo) sobre todo teniendo en cuenta que el perfil de fichaje que completaba River en los últimos mercados parecían no encajar en ese rol.
Surgido en el club y esperando a la sombra de los goles de Julián esperó Lucas Beltrán, quien mientras tanto siguió sumando ritmo en un préstamo a Colón dejando claro al Millonario que no debía gastar millones sino apostar a su propio patrimonio.
Pero fue la llegada de Demichelis con un nuevo Modelo de Juego lo que ayudó a que el delantero pueda protagonizar en un contexto más propicio a sus características de juego y lucirse para generar ventajas y a su vez sacar provecho por sí mismo y marcar los goles.
La mayoría de los delanteros viven de los goles y Lucas Beltrán, que es el goleador de River y el máximo goleador Sub21 en el mundo, es un jugador mucho más integro e intelectual, convirtiéndose en el más importante dentro del funcionamiento.
Su movilidad enérgica en el frente de ataque combinado con interpretación de movimientos del rival le han llevado a ganar tiempo y espacio variando desmarques en distintas zonas, tanto en el interior como exterior, permitiendo ser apoyo y ruptura en la misma jugada, atacando espacios que previamente habría generado.
Sea con un descenso desde su posición para servir como apoyo en la producción, continuidad y verticalidad del juego, o yendo al espacio buscando la espalda de su par defensivo o el defensor que lo espere, siempre está en movimiento y predispuesto al desmarque creando constantemente una opción de pase al compañero.
Su valor en la construcción de juego- y sobre todo en la creatividad y desorganización planeada en los últimos metros- se volvió primordial en la estructura del nuevo River que juntaba pases cortos con 5 mediocampistas (+1) y desarmaba por dentro defensivamente al rival para luego penetrarlo con los mismos jugadores llegando, y no estando.
Consiguió ser una línea de pase constante en la construcción para progresar en el campo, ofreciéndose como conector para jugar a uno o dos toques soltándose de su marca y entregando pelotas, sumado a su gran mejoría como pasador.
Como pasador/asistidor Beltrán colisionó como pieza fundamental asociándose con Barco, Aliendro, Nacho Fernández, pero sobre todo con Pablo Solari con quien naturalmente se formó una de las llamadas "sociedades por complementación" y así River pudo conseguir una gran cantidad de goles desde sus encuentros en el campo.
En defensa demostró ser un gran valor como primera línea de presión saltando constantemente sobre el central activo exigiendo el pase impreciso o en zonas de inferioridad numérica, o mismo provocando el robo en zonas cercanas al arco rival.
Un jugador que se volvió primordial en la obtención del campeonato de River en el primer semestre de 2023 no solo en cuanto a sus goles (convirtió 18, siendo el goleador de la LPF) sino también- y sobre todo- por su aporte diferencial en el juego, elevando la vara en los delanteros del futbol argentino y generando una armonía difícilmente comparable dentro del campo de juego.
Benfica, club que pocos meses antes realizó la exitosa compra de Enzo Fernández, vuelve a anticipar al futbol europeo y se adelanta a hacer una oferta por el delantero que une todas las características de completud que podría pedirse a un jugador. Y Beltrán, como otros grandes futbolistas argentinos, se prepara para un nuevo camino en el Viejo Continente y, más temprano que tarde, también en la Selección Argentina.
Twitter: Belgrillo_
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