Contemporáneo a una época futbolística que elige las tácticas sobre planeadas, entrenadores que buscan tomar el control total del partido a
través
de ejercicios mecanizados repetidos, que prefieren jugadores correctos
por sobre los artistas creativos y desordenados, aún Argentina sigue siendo el epicentro del talento y sobre todo de los enganches por excelencia.
Hernán nació futbolísticamente en River, tal vez la institución más europeizada de Argentina (con lo bueno, y con lo malo), donde pudo desarrollarse en juveniles, pero solo jugo un partido ante Tigre- donde marco un gol-, posiblemente por no encajar en el estereotipo del ADN
riverplatense
en el que el jugador que hace desgaste físico con y sin pelota, que aporta dinámica y que se adapta a jugar posicionalmente triunfa y es reconocido, con razón.
Por lo contrario el desarrollo su juego a través de la pelota, en búsqueda de sostenerla lo más posible y poder trasladarla al área rival, conectando con todos los compañeros posibles en un camino propiamente hilvanado desde esa conjunción de pases/recursos para atravesar al rival y lastimarlo.
El perfil de jugador que desde los medios y la crítica popular se dice "ya no quedar" y si bien es real que en cantidad hay una disminución (proveniente de un cambio de paradigma en entrenadores) aun continúan creciendo jóvenes en las canteras que aspiran a ser Maradona.
Privilegiado por su gesto técnico y su capacidad para controlar la pelota combinado con su enorme inteligencia y creatividad para resolver en espacios reducidos, encontrar a los compañeros cercanos y otorgar ventajas al equipo en cada intervención, lo hacen táctica y estéticamente un futbolista excepcional.
El uso de la gambeta, el engaño para amagar, distraer, esconder la pelota de espaldas y decidir el destino del juego en cada oportunidad lo convirtieron en un líder asociativo dentro de Godoy Cruz, donde pudo explotar su máximo rendimiento hasta la actualidad y donde parece haber sido mejor contenido para crecer basándonos en sus propias cualidades, con un estilo de juego propio de atacar constantemente, juntar muchos jugadores por el centro y al rededor de la pelota y crecer por las combinaciones entre todos, sin necesidad de adaptarse a una posición rígida o a cumplir solo un rol.Si bien en la actualidad (con Walter
Oldra
) Godoy Cruz se volvió un equipo con mucho menos construcción de juego, posesiones más cortas y ataques más directos- contextos que en principio no serian favorables para que destaque el enganche- Hernán López Muñoz sigue teniendo esa presencia como enlace del equipo para atacar, dejar en el camino a varios rivales y moverse por toda la cancha para recibir y organizar el juego del equipo.
Su visión diferencial en el juego, la inteligencia de moverse en todo el campo para recibir libre y tomar decisiones, la destreza para ganar espacio y tiempo con controles, toques, finta corporal, provocan ventajas no medibles dentro del juego por la impredecibilidad por sobre lo que va a hacer y la desmoralización sobre el marcador, que lo ve pasar sin necesidad de disputa.
Con botines negros, su parentesco con Diego Armando Maradona y la similitud de su intención de jugar, hace creer que el viejo enganche que ilustro Diego aún sigue vivo. En Napoli
, tierra maradoniana
, llevan tiempo observando a uno de sus reproductores en el futbol argentino, y ya se escuchan voces napolitanas resonar su nombre como próxima llegada a Italia.
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