No
es novedosa e innovadora la idea de que el futbol ha cambiado. No se trata de
un tema nuevo o una sorpresa tampoco el escuchar que el tema principal de
quienes gobiernan los equipos sea el dinero, y poco interés por la deportividad
dejen en evidencia.
Y
porque hace mucho tiempo el deporte, y más aún el futbol, dejaron de ser solo
parte del entretenimiento tanto para quienes lo juegan como para quienes
disfrutan de verlo, y así paso a ser para muchos un mero producto en el
mercado, afectado por la oferta y demanda. Y, como en toda la globalización, el
futbol también tiene su monopolio y competencia de intereses.
Puede
sonar ambiguo hablar de que nos dirigimos hacia el nuevo futbol, cuando inevitablemente
nos estamos chocando contra él hace tiempo, al parecer sin darnos cuenta. Pero es
tal vez es cuestión de sacarnos la venda, y que es tal vez sea lo que está
logrando la aparición de esta nueva Superliga europea. Porque al parecer está parece ser la gota que revalso el vaso
El
futbol es un deporte que fue creado hace alrededor de 200 años, y a diferencia
de muchos otros deportes, se originó en la clase popular de Inglaterra. De
igual manera se exportó a lo largo y ancho del mundo, sin conocer ni apartar a
ninguna clase social, creándose entonces no solo un deporte, sino, en muchos
países, parte de su cultura.
Y
al mismo tiempo- o tal vez un poco después- con ellos los comercializadores.
Los tal vez poco interesados en el futbol como deporte, unidad y alegría para
el pueblo. Hoy, con el negocio que se encontró en el futbol, el dinero
incontable que se maneja y los más de 4 mil millones de aficionados, es
imposible desentenderlo del mercado.
Y
fue esta mañana, 18 de abril, que nos despertamos con una noticia, que más
temprana por causa de la pandemia, nos deja con la boca abierta a las de uno.
Si hace ya tiempo era de notarse muy fuerte el poderio de algunos de los clubes
más importantes de Europa; ahora no quieren dejar duda alguna.
Y
es que, en resumidas cuentas, y para no extender algo que ya dio la vuelta al
mundo, la creación (para nada nueva, ya vista hace tiempo con la Copa de
Europa) de esta Superliga con la participación de los mas poderosos clubes de
Europa, solo puede comprender así el fin de la deportividad, el merito
deportivo y la competitividad, creando así aún más distancia entre los ricos y
los demás clubes.
Y
no es casual que muchos de los clubes fundadores estén atravesando un no tan
buen momento en su respectivo presente. Ejemplos claros son el Arsenal, el Tottenham
y el Liverpool, por nombrar algunos ejemplos. Y es que no solo deportiva, sino
organizacional mente se han terminado de afectar durante la pandemia.
Y
nos suena extraño pensar a esos equipos fuera de la Champions, y a otros como West
Han o Leicester dentro; aunque no totalmente descabellado teniendo en cuenta
que si algo con el tiempo quedó claro es que no es totalmente necesario gastar
millones de euros por temporada, para lograr competir en las grandes ligas.
Encontramos
entonces a los protagonistas, entre ellos el principal, Florentino Pérez;
presidente del Real Madrid y de la Superliga europea, justificar la creación
con argumentos algo inentendibles, sin comprender porque en el último tiempo
los clubes “chicos” han estado ganando lo mismo o hasta más que los “grandes”,
pareciendo eludir el hecho de que no es que han ganado más, sino que han
gastado muchas menos millonarias impagables en jugadores.
Y
no nos dejemos engañar al escuchar que es solo para recuperar el dinero perdido
por el covid, porque los clubes se fundieron; porque lejos están de eso,
solamente que las deudas aparecen ya que son tantos los millones gastados, que se
pagan en partes y se denominan deuda. Pero no hay nadie bueno en la película.
La FIFA y la UEFA hace tiempo son un monopolio, y eso es la realidad. Pero esto
lo superó.
Si
la verdadera intención de todos los políticos sería mejorar la calidad e
intensidad de las competiciones europeas, deberían interesarse por hacer crecer
la competitividad en las ligas, que no se crea con la superlatividad de los mas
grandes, sino con el crecimiento de los débiles.
Teniendo
la mayor cantidad de seguidores (+2mil millones) estos 12 equipos, además,
inevitablemente se quedarían con los derechos televisivos, poniendo sus
intereses por encima de los demás equipos, y empobreciendolos así aún más.
Creando
entonces, no más que un grupo cerrado, y con pase VIP, rompiendo totalmente con
la meritocracia, tendiendo en cuenta que dejarán de valer la naturaleza de
luchar por clasificar a las grandes competencias a través de los éxitos en las
diferentes ligas nacionales.
Debido
a todo, y aunque se cambien algunas cosas, esto ya es un hecho. Y aunque se
llegue a un acuerdo con la FIFA y la UEFA, y los equipos sigan en sus
respectivas ligas, los equipos dejarán de a poco su interés competitivo por los
grandes intereses económicos que se ponen en juego en esta Superliga.
Y
si se habla de una perdida de interés del público, solo el tiempo dejara en
evidencia que lo atractivo de ver un duelo entre grandes se da por ser único y
no usual- y sin pensar en la dicha de que dejarán de caber tantos grandes en
una bolsa, cuando alguno termine último. Acabando así totalmente con la esencia
que se originó en el fútbol.